jueves, 20 de junio de 2013

Tony Sopano: cinco momentos inolvidables

James Gandolfini, fallecido este miércoles a los 51 años de edad, interpretó con maestría a Tony Soprano, el gánster más reconocible de la televisión. Aunque no se parecían en nada –el actor era culto y pacifista, el personaje violento y grotesco– uno y otro quedarán asociados para siempre, como si fuesen la misma persona. Gandolfini no dio vida al típico capo de una banda mafiosa, mil veces retratado con anterioridad, sino a un macho alfa en bata y calzoncillos que con su sola presencia lo inundaba todo. El libreto del que se sirvió era magnífico. El Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA en sus siglas en inglés) eligió Los Soprano, serie de ficción de la HBO, como la serie mejor escrita de la historia de la televisión. Robert Mackee, el gurú más exitoso de la escritura de guiones, hizo un estudio sobre Tony Soprano para medir la complejidad de sus contradicciones pero encontró tantas que tuvo que parar. “Es mucho más complejo que Hamlet”, sentenció, con lo mucho que eso significa. El actor estadounidense, que hasta interpretar este papel había trabajado de portero de discoteca y había hecho teatro, intentó en 2007, al acabar la serie, dejar a un lado el magnetismo de Soprano, algo que llegó a incomodarle a él mismo. Se adentró en el mundo del cine con títulos como Todos los hombres del rey y la más reciente La noche más oscura. Demostró entonces que servía para algo más que para interpretar a un provinciano de Nueva Jersey, curiosamente donde también él había nacido. “Quiero alejarme lo más posible de Tony", afirmó con esperanza. El tiempo no le ha dejado desquitarse del todo. Estos son algunos de los mejores momentos de Gandolfini como Tony Soprano en la serie creada y producida por David Chase. "Era un genio", dijo Chase al enterarse de su muerte. La muerte de Big Pussy. Salvatore Bonpensiero es uno de los mejores amigos de Tony. El padrino de uno de sus hijos. Tony se entera a través de un policía que Bonponsiero le está filtrando información al FBI, que es “una rata”, y lo reúne en un yate en el que beben tequila. Les acompañan Silvio y Paulie Gualtieri. Los cuatro forman el núcleo duro de la organización y saben de la trascendencia de momento. “¡Jesucristo, me tengo que sentar!”, balbucea Big Pussy cuando ve que sus amigos agarran las armas. Siente que el final está cerca. Una vez aniquilado, lo lanzan al mar. La pérdida de un íntimo acompañará a Tony a lo largo de toda la serie. Cada cierto tiempo lo recordará con nostalgia. En cierta ocasión sufre delirios por una enfermedad y en esas ensoñaciones se comunica con Salvatore, convertido en un pez parlante a la venta en una lonja. El tío Junior. Tony mantiene una enigmática relación con el hermano de su difunto padre, Corrado John Soprano. Durante años mantuvieron una relación muy cercana pero a medida que Tony crece los negocios y los intereses de ambos colisionan. Corrado (interpretado por el actor Dominic Chianese) llega a ser jefe de la mafia de Nueva Jersey hasta que es detenido y sometido a arresto domiciliario. Tras varios enfrentamientos con su sobrino, conspira para asesinarle. Cuenta con la complacencia de la madre del propio Tony. En esta escena se encuentran a solas Tony y Junior, quien ya ha sufrido varios episodios de desorientación que invitan a pensar que sufre alzhéimer. “¿Me quieres?”, pregunta el sobrino, a quien por primera vez en la serie se le ve como un niño con falta de afecto. No obtiene respuesta. Furio piensa en matar a Tony. La banda de Nueva Jersey viaja al sur de Italia para cerrar algunos negocios con los mafiosos locales. La mayoría había idealizado su país de origen pero ninguno logra adaptarse a las costumbres europeas. Están locos por volver a casa. Tony se lleva de vuelta a a Estados Unidos a un sicario, el napolitano Furio Giunta, para integrarlo en el clan. El italiano, más tarde, tiene un affaire con la mujer de Tony, Carmela, en plena tormenta en el matrimonio. Aquí vemos al capo orinando en un aeródromo a escasos centímetros de la hélice del helicóptero al que está a punto de subir. Furio consigue controlar sus pulsiones homicidas. Luto por Pie-O-My. Ralph Cifaretto es un amigo de correrías de juventud de Tony, la época en la que ambos eran apenas unos criminales de poca monta. Tiene un caballo de carreras con el que Tony se encariña, hasta tal punto de que pasa más tiempo en el establo que con Carmela en casa. Ralph tiene muy pocos escrúpulos y asesina a una prostituta con la que mantenía una relación al saber que se queda embarazada. Pero ese suceso no es el que más escandaliza a Tony, que decide matar a su amigo al sospechar de que ha quemado el establo con el caballo dentro para cobrar el seguro. Ese amor desmedido que siente el personaje de Gandolfini por los animales, por encima del que siente incluso por las personas, será motivo de muchas especulaciones a lo largo de las temporadas. La psicóloga que lo trata llegará a la conclusión de que este rasgo de su carácter es propio de los psicópatas. Adiós a Cristopher Moltisanti. Es el gran protegido de Tony. Su sobrino. De quien piensa que algún día podría ser su sustituto al frente de la organización. Pasa de soldado a capo a base de hacer trabajos sucios para él. Sin embargo, tiene problemas con el alcohol y las drogas. Tampoco Tony se fía de la influencia que ejerce en él su novia Adriana. Cristopher en realidad sueña con ser productor de cine. Tras sufrir ambos un accidente a bordo de un coche, Tony acaba con él.

Lo que dijeron a Wall Street Journal respecto al petróleo



THE WALL STREET JOURNAL

México alista la reforma de los hidrocarburos

El proyecto de ley podría ser enviado al Congreso en agosto, según fuentes cercanas

Por Juan Montes

Ciudad de México, 20 de junio (Aristegui Noticias).-El presidente Enrique Peña Nieto buscará en los próximos meses poner fin a un tabú de casi ocho décadas al abrir el sector de hidrocarburos a la inversión privada y la competencia. El gobierno espera que la decisión atraiga inversiones de miles de millones de dólares.

La idea es que compañías privadas compartan con el Estado los riesgos de desarrollar reservas de energía cada vez más complejas, como depósitos de crudo en aguas profundas, al permitirles producir crudo y gas a través de acuerdos de ganancias compartidas, indicaron tres dirigentes de alto nivel del gobierno y del partido oficialista, quienes revelaron por primera vez detalles de la reforma.

La propuesta, que incluiría enmiendas a la Constitución mexicana, necesitará el apoyo de dos tercios del Congreso. Pero las fuentes dijeron estar optimistas de conseguir el respaldo de al menos uno de los dos partidos de oposición, sin necesidad de realizar cambios radicales a la reforma.

Las negociaciones formales empezarían probablemente después de las elecciones locales programadas para el 7 de julio, y el Congreso recibiría el proyecto de ley en agosto, dijeron las fuentes.

El plan contempla la apertura a la inversión privada de la exploración y la producción en aguas profundas, donde se cree que está más de la mitad de los posibles recursos petroleros de México, y en crudo y gas de esquisto. Los yacimientos petroleros en aguas poco profundas y en tierra, un área en la que la estatal Petróleos Mexicanos, Pemex, tiene un vasto conocimiento y cuya producción es de menor costo, seguirían siendo de su dominio exclusivo, indicaron las fuentes. “Queremos una reforma profunda que dé certidumbre jurídica a las compañías, no otro parche más. Queremos dejar absolutamente claro en la Constitución bajo qué condiciones pueden participar”, dijo un alto funcionario de la Secretaría de Energía.

La propuesta podría decepcionar a algunas empresas del sector. Las autoridades, por ejemplo, dijeron que es posible que las energéticas no reciban pagos en petróleo, sino en efectivo a precios de mercado. La restricción buscaría apaciguar a los nacionalistas mexicanos a los que les preocupa el simbolismo de compartir el petróleo del país. Las fuentes insistieron en que Pemex seguirá en manos estatales y que el gobierno seguirá controlando los hidrocarburos del país.

De ser aprobados, los cambios representan un gran avance para un país que tiene una de las leyes energéticas más restrictivas del mundo. Los expertos señalan que sólo Corea del Norte tiene un mercado más cerrado.

“Si finalmente sale esto, sin duda sería una reforma histórica que cambia las reglas del juego”, dijo Carlos Elizondo, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económica de México (CIDE). “Este es el tipo de cambios en el sector petrolero que todo gobierno mexicano ha soñado hacer en los últimos 20 años, sin lograrlo”.

La producción petrolera de México se ha estancado en alrededor de 2,5 millones de barriles diarios en los últimos años, luego de llegar a un máximo de 3,4 millones en 2004. El gobierno estima que una mayor inversión y producción añadirán hasta un máximo de dos puntos porcentuales al crecimiento anual de la economía.

La reforma podría ser la última oportunidad de México de atraer miles de millones de dólares necesarios para desarrollar las reservas en aguas profundas y evitar convertirse en un importador neto de crudo, algo que Pemex advierte podría ocurrir en 2020.

Las empresas extranjeras, a su vez, podrían obtener acceso a uno de los principales productores de crudo, con reservas probadas de 13.900 millones de barriles de equivalente de crudo y posiblemente a las cuartas mayores reservas globales de gas de esquisto, según la Administración de Información de Energía de EE.UU.

La reforma, al mismo tiempo, enterraría uno de los últimos símbolos del nacionalismo revolucionario del siglo XX de México, cimentado cuando el presidente Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera en 1938.

El cambio subraya la disposición a romper con el pasado entre miembros jóvenes y reformistas del Partido Revolucionario Institucional, PRI, que nacionalizó el crudo y gobernó México durante la mayor parte del siglo pasado. En diciembre, volvió al poder tras 12 años en la oposición.

Por décadas, Pemex ha subcontratado a empresas privadas, como Schlumberger Ltd. SLB +1.45%  y Halliburton Co., HAL +1.03% tareas como la perforación de pozos a cambio de comisiones fijas. Pero ha prohibido cualquier concesión que les permitiría a las grandes petroleras reclamar reservas como propias o compartir los riesgos y recompensas de grandes hallazgos, a pesar de que productores como Noruega, Brasil, China y Rusia han implementado algún tipo de regulaciones de riesgo compartido.

El proyecto contempla contratos por hasta 25 años para áreas específicas, además de permitir a la iniciativa privada apartar reservas de petróleo, lo que les daría un acceso más fácil al financiamiento en los mercados globales, de acuerdo con personas familiarizadas con la iniciativa.

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LO QUE NO ESTABA EN LA VERSIÓN EN ESPAÑOL DEL WSJ:

El gobierno está considerando la creación de una agencia nacional de petróleo, una especie de fondo soberano que administraría los ingresos petroleros del país. En el caso de la producción privada de petróleo y gas, la agencia pagaría los costos de producción de las empresas y la ganancia sería repartida entre el estado y las compañías, señalaron las fuentes. Cuánto sería para el gobierno es un tema que no se ha determinado, aunque un funcionario de alto nivel dijo que podría ser de alrededor del 70%.

Peña Nieto necesitará un plan pro-empresarial si desea asegurar el apoyo del PAN, un partido que por largo tiempo ha impulsado la apertura del sector petrolero a la competencia.

“No aceptaremos menos que eso en las negociaciones. Y el gobierno lo sabe”, dijo un miembro del PAN cercano al partido del presidente Gustavo Madero. El respaldo del PAN es vital para asegurar las dos terceras partes del Congreso, necesarias para cambiar la Constitución.

El partido de izquierda, el PRD, podría resistirse a deshacer la prohibición constitucional sobre el petróleo, aunque el presidente de ese partido, Jesús Zambrano se dijo abierto a negociar. “Ellos tienen que decirnos por qué quieren reformar, cómo y para qué. Recuerda que el petróleo es un asunto sensible en México”, aseguró Zambrano en una entrevista.

La oposición más radical podría venir del líder carismático de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien se quedó en segundo lugar en la elección presidencial del año pasado, atrás de Peña Nieto, y que está llamando a protestas masivas contra lo que él ve como planes para privatizar el petróleo mexicano.

Los planes para abrir actividades derivadas, como la refinación, a firmas privadas tienden a ser menos polémicos. Las tuberías de gas y las redes de distribución han estado abiertas al sector privado durante años, aunque Pemex administra las seis refinerías del país y es el único proveedor e importador de gasolina.